Una persona. Si una persona, aunque sea solo una persona, cree en tí, merece la pena seguir adelante.
28.4.11
Hoy he aprendido que hay que dejar que la vida te despeine, por eso he decidido disfrutar la vida con mayor intensidad… El mundo está loco. Definitivamente loco… Lo rico, engorda. Lo lindo sale caro. El sol que ilumina tu rostro arruga. Y lo realmente bueno de esta vida, despeina..
-Hacer el amor, despeina.
-Reírte a carcajadas, despeina.
-Viajar, volar, correr, meterte en el mar, despeina.
-Quitarte la ropa, despeina.
-Besar a la persona que amas, despeina.
-Jugar, despeina.
-Cantar hasta que te quedes sin aire, despeina.
-Bailar hasta que dudes si fue buena idea ponerte tacones altos esa noche, te deja el pelo irreconocible…
-Reírte a carcajadas, despeina.
-Viajar, volar, correr, meterte en el mar, despeina.
-Quitarte la ropa, despeina.
-Besar a la persona que amas, despeina.
-Jugar, despeina.
-Cantar hasta que te quedes sin aire, despeina.
-Bailar hasta que dudes si fue buena idea ponerte tacones altos esa noche, te deja el pelo irreconocible…
Sin embargo, no tengas duda de que estaré pasando por el momento más feliz de mi vida. Es ley de vida: siempre va a estar más despeinada la chica que elija ir en el primer carrito de la montaña rusa, que la que elija
no subirse.
Así que,,Entrégate, Come de todo, Besa, Abraza, Haz el amor, Baila, Enamórate, Relájate, Viaja, Salta, Acuéstate tarde, Levántate temprano, Corre, Vuela, Canta, Ponte lguapa, Ponte cómoda,Disfruta,
y sobre todo,
deja que l
a vida te despeine
Aprendí que los peces nadan y la aves vuelan. Que los políticos mienten, que la Tierra es redonda. Que la gente es falsa, que todo el mundo tiene dos caras. Aprendí que la suma de dos y dos son cuatro, que hay que dar más de lo que se recibe. Que no hay que ilusionarse demasiado. Que la vida es un regalo. Me enseñaron que el futuro no está escrito, que el universo es infinito y que nosotros somos personitas diminutas, casi inexistentes. Aprendí que el tiempo pasa, que las arrugas salen, que los pechos se caen y que la belleza no es lo más importante. Aprendí a no creer en las promesas, a confiar en casi nadie y a contar con los dedos de una mano a quien de verdad siempre estuvo a mi lado.
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