Siempre que me siento pesimista por cómo está el mundo, pienso en la puerta de llegadas del aeropuerto de Heathrow. La opinión general da a entender que vivimos en un mundo de odio y egoísmo, pero yo no lo entiendo así. A mí me parece que el amor está en todas partes. A menudo no es especialmente decoroso ni tiene interés periodístico pero siempre está ahí. Padres e hijos, madres e hijas, maridos y esposas, novios, novias, viejos amigos... Cuando los aviones se estrellaron contra las torres gemelas, que yo sepa, ninguna de las llamadas telefónicas de los que estaban a bordo fue de odio y venganza. Todas fueron mensajes de amor. Si lo buscarais, tengo la extraña sensación de que descubriríais que el amor en realidad, está en todas partes. 

                                                          y parar el mundo por unos segundos para los dos.

Supongo que esta vida siempre será igual, te caerás mil veces y te levantarás otras mil, olvidarás a muchos amigos pero otros vendrán, dejarás que te vean cien sonrisas distintas, pero soltarás otras mil lágrimas, dirás miles de “adiós” y también demasiados “holas”, jugarás con fuego y te quemarás, soltarás “te quieros” y la joderás, te romperán el corazón mil veces y lo construirás otras mil. Pero nunca vas a decir un “no puedo más, me rindo ”